reflexión sobre terapias y medicina

SU 12-11-2017

11:39 Horas.

terapias holísticas

El ABC de las terapias.

Aclaro previamente que no tengo título ni diploma ni certificado acreditativo de ningún tipo respecto a la salud. 

Aquí expreso mi opinión y reflexión particular. Como usuario de enfermedad mental en activo, como cualquier otro paciente.

Mi intención es invitar a la reflexión. Tal vez alguien en algún ámbito ya haya abierto a debate este tema.

No conozco nada, es decir, mi conocimiento es superficial. El único contacto que tuve, fue hace tanto tiempo, con un libro llamado “Conocernos”, y en la actualidad estoy con "La medicina patas arriba".

            Soy consciente de que aquí la opinión que expreso es con el fin de compartir mis propias reflexiones.

Cuando tenemos una enfermedad, parece que el cuerpo nos está tratando de decir algo. Y si tenemos que “favorecer” una sanación, habría que ponerse las pilas y ayudar en lo posible a que el cuerpo sane. Eso incluye muchas cosas y puede ser complejo. 

Así que en realidad no se trata de decir “esto es cierto o no”. El punto de vista del paciente importa. Pese a que a veces el paciente se vea superado. Entregar el control a otra persona es una opción, por lo demás generalizada. Por algo será que se acude al médico.

Veo en las redes distintos modos de enfocar al proceso de una enfermedad. Pero entre Hamer y Enric Corbera, no creo que haya una verdadera diferencia. También creo que la medicina alopática tiene su lugar. Por alguna razón la medicina alopática prevalece en nuestro sistema de salud.

La enfermedad es tan compleja como la vida, y por eso mismo, también es simple. 

Tiene que serlo. Si no tuviera una simplicidad implícita la vida no se reproduciría a sí misma. Es decir, la vida y la muerte es algo que no requieren de mucha explicación.

Pero la especie humana, piensa. Y desde un intelecto tenemos que empezar a hablar un mismo idioma porque hay conceptos sobre los que ponernos de acuerdo para saber qué procede hacer en cada momento.

Yo diría que a los terapeutas holísticos les gusta Hamer, y se preguntan si tiene razón. Hoy en día hay muchas teorías. 

Yo estoy en el ABC de todo esto, así que lo que yo diga, realmente no importa. Pero cada uno debe sacar sus propias conclusiones.

Hamer se ocupa de las fases antes y después del conflicto. Y tiene problemas ante la medicina alopática, porque los médicos no hacen más que centrarse desde un punto de vista “unicista”, lo llamo yo, de la enfermedad. 

        En la medicina alopática, la de hospital, si se pone enfermo algo, se corta, o se tapa. Se centran en unos síntomas y en solucionar éstos. (Si generalizo mucho los términos de una intervención de la medicina más "normal").

Yo diría que la medicina alopática estaría en mi clasificación, en el punto A, de mi escala de valoración.

Hamer, se basa en el antes y después, porque entiende muy bien que no se puede tratar a una persona dependiendo de si se encuentra en un momento u otro. Antes o después de la resolución de un conflicto emocional.

Me gusta el enfoque de Hamer. Más que nada porque tiene claro que antes de que los humanos pusiéramos el intelecto por en medio, la naturaleza ya tenía muy claros sus propios sistemas de sanación.

Y hablando de claridad, tengo que decir que, yo en particular de Hamer no sé nada. Tengo un libro que he empezado a leer. Y eso, en realidad puede ser bueno. No tengo nociones de medicina. No tengo unos prejuicios previos con un gran peso de ideas preconcebidas. 

Lo que puedo decir tiene que ser, entonces, de cierto sentido común que todo el mundo pueda entender.

Diría que Hamer diferencia muy bien porque dependiendo del momento habrá que dar un tratamiento que se adecue a la situación de resolución o no, de ese conflicto.

Es de lógica pensar que si hay una enfermedad, es que algo está pasando. ¿Desde dónde intervenir? 

Pues un enfoque emocional entra dentro de lo posible. Puesto que a veces hay que cortar. Pero si cortas, y hay un conflicto emocional que no está resuelto, habrá ahí una bioquímica apoyada en esas emociones no resueltas, y se reproducirán en otra enfermedad.

Hasta ahí es de lógica. Hay sustancias que pueden actuar como medicina, o como venenos. Puede depender de la dosis, tanto como de la predisposición del paciente y sus propias defensas. Que una sustancia puede ser tanto medicina como veneno es un concepto que se remonta a los orígenes del mismo arte médico.

Solamente se trata de que ahora, la medicina no se entiende como un arte, sino como un mercado.

Para ir aclarándome, pondría a Hamer en mi clasificación en el punto B. Puesto que atiende a que no es lo mismo intervenir antes o después de que se presente un conflicto.

        Pero ¿es un conflicto emocional el desencadenante de la enfermedad? Bueno, yo diría que cuando en occidente se habla separando el concepto de cuerpo respecto del de la mente, esa diferencia, es cultural. 

        Es de lógica pensar que hay una relación, ya que aunque nos podemos centrar en tratar solamente el plano físico de la enfermedad, el plano emocional entra en relación con el cuerpo desde "el sistema inmunológico", o por otros muchos medios.

         Pensar que la mente y el cuerpo no tienen relación sería algo para plantear en la Edad Media, no ahora.

Me llama bastante la atención Enric Corbera. Más que nada porque se centra en lo importante. La resolución del conflicto. Y desde una visión, llámese holística, o cuántica, que viene a ser lo mismo, el modo de ver del paciente es lo que importa. Y el señor Enric Corbera me parece que trata de acompañar al paciente en su evolución.

Enric Corbera pienso que entiende que ha de devolver al paciente el control sobre sí mismo en cuanto sea posible. Y estar ahí acompañando, para lo que sea menester. Me encanta esta persona por su coherencia.

Seamos coherentes. 

Si el paciente necesita o se identifica con un modelo de sanación, ese debería ser el método utilizado para su sanación.

Hamer, tiene razón, en el sentido de que la medicina convencional carece de ciertos matices. Hay que saber en qué momento se encuentra el paciente.

La naturaleza tiene su propio modo de proceder. Pese a que los médicos también tienen sus propias ideas.

Un ejemplo muy tonto que pondría para ilustrar todo esto. Ya que no tengo idea ninguna de medicina, podría ser algo tan simple o tan complejo como el tema del sobrepeso y las dietas.

El médico convencional se pondría a contar calorías. Pero si hay un conflicto subyacente, éste debe ser resuelto. Y por otro lado, si se resuelve el conflicto... puede que se vuelva a regular el organismo por sí mismo. Pero podría ser necesario un acompañamiento hacia un nuevo estilo de vida.

Si he de atender a los tres factores, ninguno es más importante que el otro. Se trata más bien de que el paciente debe empezar a aclararse, y pedir ayuda si lo necesita. Otros, tan solo pesarán calorías y se matarán a hacer ejercicio en el gimnasio. A cada uno lo suyo y todo es respetable.

Pero ahora, antes de terminar de escribir esta entrada, quisiera poner como ejemplo mi propia experiencia personal.

  Yo he tenido algunos brotes psicóticos y he vivido en mis propias carnes el ser presa del pánico cuando todo lo que da sentido a tu vida se desploma.

Resulta en extremo confortante el poner en manos de otros la propia voluntad. Tener un hospital donde sentirse seguro y a salvo. Porque yo no podía resolver mi problema.

Para mí el hospital, en caso de una crisis es un lugar donde puedo sentirme a salvo. 

Delego entonces en los médicos a cambio de sentir una seguridad. Y entrego mi poder. Puesto que en ese momento mi problema no lo puedo resolver. Es decir, estoy hablando del momento de sufrir un brote psicótico como los que he tenido.

Hay veces en que poner la propia voluntad en manos de otros, es necesario.

Ahora, si lo trasladamos a una situación más amplia. Si extendemos la entrega de la propia voluntad a manos de otras personas, esas personas tienen que responsabilizarse de hacer más bien que mal.

Una persona que acude al médico en cierto modo delega. Pero tener un cierto control sobre la propia vida y salud debería ser el objetivo de toda medicina.