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el umbral del mal

el mal y el bien

en el cine



REGRESIÓN




Domingo 26-06-2016
6:53 Horas.


Cuando salimos del cine, tras ver una buena película, nos parece estar aún en la piel del protagonista. Peleando, al estilo Rocky; dándole a la escoba, como Harry Potter... Es curioso como cada vez las películas están más logradas.

Podíamos ver cómo hace tiempo “el sexto sentido” nos daba un vuelco de ciento ochenta grados en la última escena de la película. “En ocasiones veo muertos”, je, je.

Parece broma: “en ocasiones veo ositos de peluche”.

¿Cómo se puede jugar con la percepción de ese modo? En el último momento se da un cambio que nos hace reencuadrar toda la película. De repente, lo que creímos que estábamos viendo, cambia por completo.

Eso me ha pasado con la película de ayer. “REGRESIÓN”.

Sin embargo, esta película, “regresión”, ha distorsionado... ha maltratado la percepción de lo que creía ver, durante todo lo que ha durado la película. Justo lo contrario de “el sexto sentido”.

Se da el mismo cambio de paradigma, un fuerte cambio de punto de vista. 

       Pero en “el sexto sentido” esto se produce justo al final de la película, dando un vuelco. 

       Mientras que en “regresión”, la película maltrata nuestro inconsciente, desde el primer momento. 

Me parece una obra maestra del cine; consigue retorcer las creencias dando toques geniales, en los que pone al descubierto los miedos y prejuicios escondidos en nuestro interior. 

          Solamente, ya al final, todo encaja y afortunadamente “vuelve la cordura”.

Es de agradecer. 

         Tengo la impresión que el director de la película podía habernos dejado allí perdidos, en medio de la locura. 

            Y sin embargo, tiene la amabilidad de devolvernos a la realidad. No sin antes, darnos un repaso a nuestros miedos más recónditos.

Ya sea en “el sexto sentido”, en esta película “regresión”, o cómo no, en la guerra de las galaxias... 

         se viene a dar la eterna lucha entre el bien y el mal

         Si bien, cualquiera de esas películas o sagas, juega con nuestros paradigmas acerca del bien y el mal, pese a ser tan distintas entre ellas, percibo que se trata siempre de lo mismo:

          ¿Qué está bien? ¿Qué está mal?

Tocan la fibra sensible, y nos hacen poner en tela de juicio la concepción que tenemos acerca de lo que es bueno o malo.

¿No es esa la finalidad de todo enigma que se precie? 

         Pienso que reflexionar entre lo que está bien y es correcto, y lo que está errado, es la máxima de toda filosofía. 

           Y el cine, cómo no, es un modo perfecto para hacer tomar conciencia de nuestras creencias más escondidas.









            El séptimo arte es capaz de hacernos vibrar esa fibra sensible, tan oculta, que necesitamos poner al descubierto, pese a nosotros mismos en ocasiones.









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