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Mostrando entradas de 2018

yo estuve aquí

Preparados para la vida. Para el vivir. Creo que estamos cerca del límite. Como siempre hemos estado. Toda la historia de la humanidad ha estado cerca de un límite. Siempre se ha vivido cerca de un límite. Durante toda la historia de... Ahora estamos al límite de lo que puede sostener el planeta. La eterna pregunta es, esto ¿Para qué? Tal vez se pueda formular la vida como un juego, una aventura. Pero en ese caso, no tiene mucho sentido si se pierde o se gana el juego. Y eso no tiene sentido. Se supone que los juegos se juegan para intentar ganar. Pero aquí, vas y te mueres. Y esa cita con la muerte es ineludible. Tampoco es que pase nada. Es algo que cada uno debe afrontar como pueda o sepa. Pero el tema del morir, es peliagudo. Poca gente habla de ello abiertamente. Debería ser el culmen de la existencia.  Venimos al nacer y vamos a morir. Eso es lo que sabemos. “Nunca he visto a un animal salvaje compadecerse de si mismo. Un pájaro, caerá helado de

Torrente, el brazo tonto de la ley (1998)

¿Quién dijo que llegaríamos a esto? Torrente 1, 2, 3, 4...

la dorada mediocridad

es cosa de uno Pasar tiempo en medio del infierno tal vez sea un suicidio. Pero yo siento que debo estar aquí. Pese a que mi vida no funciona. O tal vez porque mi vida no funciona. No creo que se trate de que haya que tener un comportamiento que rompa esquemas. Tal vez se trata de que el comportamiento medio es la lacra de todo. Nada más hay que ir por la calle, y ver que la gente se queda en medio. Y que viven en medio. No tengo nada contra una clase media que saque unos valores de bienestar social... por así decirlo. Pero vivir lleno de dolorcillos, sin curar realmente lo que sucede, no tiene valor. Más bien parece cobardía. Hay que sentir. Y la clase médica seda. No ofrece la oportunidad de afrontar los retos de la vida. La medicina no posibilita el sufrir. Seda el sufrir. La medicina oculta todo, tapa todo. Como una buena madre que hace su función de que “todo esté bien”. No hay nada malo en ello. Es así. Pero un día el niño debe crecer. Se debe rebe

ronin

ROIN. En la actualidad, en Japón se le suele llamar rōnin a aquellos estudiantes que, habiendo suspendido el examen de ingreso a la escuela o universidad que han elegido para cursar sus estudios, deciden pasar el siguiente año estudiando para rendir nuevamente en el examen. Este significado es metafórico: al igual que el rōnin histórico no tenía amo a quien servir, un estudiante rōnin es el que no tiene escuela donde estudiar. Existe asimismo un sentimiento de vergüenza y deshonra al haber suspendido el examen aunque también un gran deseo de superación para aprobar el siguiente intento. es.wikipedia.org XIX Olvidaos de la santidad, acabad con el conocimiento, y el pueblo saldrá ganando con creces. Rechazad la moralidad, acabad con el deber, y el pueblo volverá al deber filial y al amor. Libraos de la astucia, acabad con los beneficios, y dejará de haber ladrones y malhechores. En estos tres asuntos no bastan las bellas apariencias. Por eso, ¡Procurad

psyché

Soy bastante reticente a contar historias que involucren a mi familia. Una cosa es que suceda algo a un familiar a quien quieres, y te entre el pánico y digas tonterías. Si hay que ir al borde del infierno y contar gilipolleces, pues se hace. Algo que puedo entender es que, decir que las palabras son solo palabras, es como decir que son solo dinamita. Y sin embargo, las historias, la mayor parte de las veces no son más que una interpretación. Y sobre todo las historias de familia que corresponden a una persona concreta, atañen a esa persona solamente. Tal vez. En cualquier caso tengo historias. Y yo tengo una interpretación de esas historias. Es la interpretación que yo le doy. Y no tienen mayor importancia que la que yo les quiera dar. Si en algún momento estas historias, historias..., tocasen la fibra sensible de alguien, que se sepa que yo tal vez haya podido estar enfermo. Pero justo al lado haya podido estar un hermano o una hermana.  Y si no se han enfer

olor

Un hombre verdadero no puede prometer. Y entre más lo entiendas, menos estarás dispuesto a prometer, porque, ¿cómo puedes prometer? El mañana traerá su propia verdad; ¿cómo vas a poder prometer?  https://osho-maestro.blogspot.com/2018/08/un-hombre-verdadero-no-puede-prometer-y.html Cuando me encontré con Claudio, después de hacer trabajo energético, yo me acerqué para decirle tan solo una cosa. Lo que había en el  interior de mi corazón. “Yo no quería hacerle daño a nadie”. Parece que en la sociedad en que vivimos hay un gran temor. Hay temor a mostrar el amor. Hay temor a amar. A amar sin condiciones. Esto hay que analizarlo con más atención, más de cerca. Parece que todo lo que es amoroso y espiritual sea bonito y se represente por bonitas y delicadas flores. Cualquier flor, cualquier pájaro que vuele surcando el cielo, sabe que en cualquier momento su vida puede ser cercenada. La vida y la muerte cruzan su camino tan a menudo, que no tiene mucho sent

basura

El trabajo. No es que yo no trabajara. Si algo tengo que entender es que si he llegado hasta donde he llegado... me refiero, a mi edad y estando vivo, será porque algo he hecho bien. A día de hoy me mantengo, del modo que sea y dentro de unas posibilidades.  A mi padre nunca le pedí mucho. Pese a que “nos lo daba todo”. Escucharle proclamar que nos lo daba todo implicaba en mi caso que solamente me atrevía a pedir lo justo como para esperar que él pudiera darme ese poco. Nunca recuerdo haber superado ese nivel. Es decir, nunca le pedí más de lo que podía dar. Nunca tuvimos paga semanal ni de ningún tipo. Se suponía que los padres tenían que darles todo a los hijos. Pero eso se traducía en que cada uno trataba de pasar con lo que se pudiese compartir. Y había competencia. Tres chicos seguidos. Siempre tuve dudas, acerca de medir mis propias fuerzas. Mi padre, en su papel de padre, era un estrepitoso fracaso. Trabajar con mi padre era un suicidio a nivel