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he visto cosas





Jueves 16-06-2016
21:04 Horas.

He visto cosas.

Sí, he visto cosas.

Si juntamos una enfermedad mental a una serie de terapias muy fuertes, sí, resulta que naturalmente he visto cosas.

No estoy muy seguro de lo que quiero decir aquí. 

Pero creo que me puede servir de ejemplo la descripción de los tres caminos.
El camino del fakir, del monje y del yogui.

Cada uno de ellos emplean un tiempo en crear dentro de sí mismo algo perdurable.

Tal vez después tengan que seguir trabajando para desarrollar la totalidad de su ser. 

        Pero de entrada se trabajan el cuerpo, las emociones, el intelecto...

Tal vez haya un cuarto camino, que nos lleve a lograr, lo que se pretenda lograr. 

        Tal vez baste tomar una planta iniciática. 

O desarrollar durante un periodo relativamente breve una serie de ejercicios. 

Y todo para lograr “eso” que queremos lograr.

Como dijo el sabio, tal vez tengamos un vislumbre de lo que es la totalidad. Pero después, si queremos tener una vida, una vida como se debe, debemos lograr ese parto, ese nacimiento, por nosotros mismos.

La cáscara del huevo se tiene que romper desde el interior.

¿Pero es eso lo que yo quiero?

Creo que no.

En la vida de la persona, a la edad en que suceden las cosas importantes, yo quería lo que solían querer los que querían tener éxito.

Eso en aquellos días podía ser perfectamente algo que se llamaba entonces “hacer las américas”.

Ese es un concepto que se usaba entonces y que ya no se usa.

Por otro lado hay que tener en cuenta que había una enfermedad mental latente.

Y si he de ser sincero, mi vida dista mucho de ser virtuosa. En aquellos años, en los años que verdaderamente importan, distaba mucho de ser virtuoso.

Pasé por unas circunstancias, y sí, he visto cosas.

Pero no he tenido grandes sueños. Nada relevante. Sueños muy difusos, sin definir.

De hecho hoy en día lo que más me gustaría es tener la vida resuelta y limitarme a vivir en retiro, tal vez. Nunca me ha gustado meterme en problemas.

Si reflexiono, después de haber visto el percal, yo diría que un tema que me resulta fundamental para expresar mi pensamiento es aquel referido al mérito.

Creo que ese concepto se usa más en un ámbito budista.

Es importante hacer méritos.

También es importante saber que uno es merecedor, “hacerse merecedor”.

Mira que me he metido en berenjenales. Pero nunca he tenido una visión de mí mismo como de alguien que merezca.

Puedo contar una cosa.

En una cita con el psiquiatra le quise hacer una confidencia importante. Como era importante hice lo posible para recalcar que era importante.

“No quiero saber nada de nada ni de nadie”

         Mi psiquiatra se quedó igual, como si le dijera cualquier cosa.

Esa era mi verdad en ese momento. Lo sentía así. Y sí era importante.

A día de hoy, mi verdad es que no quiero gran cosa.

Me siento como el resultado de un experimento que no ha resultado.

Y nadie tiene que sentirse mal por eso. Simplemente “a veces pasa”.

La mierda sucede. Y yo no 

Creo que no tiene mucho sentido lo que he escrito.

Solamente me queda tratar de rehacerme y seguir, con lo que tenga. Pero no va a salir nada más.

Creo que se trata de eso, nada más.










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