es distinto Las niñas, son diferentes. Para despertar, para salir y enfrentarse a la vida. Necesitan alguien que se lo diga. Si no, ¿cómo lo saben? A los chicos, hay que meterles presión. Para que se crezcan, y se hagan unos hombres. Hay diferencias. Después de que las chicas dan el paso, ya hay que dejarlas que cometan sus propios errores. Si bien, hay que estar con ellas. Se dicen ¡necesitamos tener un hombre! Y parece que teniendo un hombre, todo lo demás no importa. Es como poder descansar la cabeza, sobre el hombro de tu chico. No hay nada mejor. Ahí hay un lugar. Un lugar donde estar. La promesa de un hogar. El propósito de toda criatura viviente. Perpetuarnos. Estamos condicionados biológicamente. No se trata de superarlo, sino de trascenderlo. El hombre tiene que estar ahí, para que su sola presencia sirva de norte y saber a quién seguir. Necesitamos una figura que nos guíe, que nos conduzca. Pase lo que pase. Ese es el espalda platea
lo bueno es enemigo de lo mejor