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éste, es un buen lugar para vivir





Domingo 31-12-2017
1:44 Horas.

El otro día estaba pensando. 
        Pensé que Dios no existe.
Es decir, sí que existe un campo de conciencia unificada. Una inteligencia autoconsciente y todopoderosa.
Eso se podría llamar Dios, o del modo en que queramos llamarlo.
Pero pensemos bien. ¿Qué quiere decir todopoderoso? Quiere decir que contiene todas las posibilidades.
En realidad ese campo de conciencia no tiene una existencia, es pura posibilidad.
La existencia es algo que sí que existe. Tal vez en nuestro día a día hay un cierto tipo de probabilidad.
Hace poco tiempo leí: “Me gusta pensar que la Luna está ahí cuando yo no la miro”.
Yo sé que la Luna existe, siempre. Aunque yo no la esté observando.
Porque la Luna es una realidad consensuada. Todos nos hemos puesto de acuerdo en que existe y está ahí en el firmamento.
Acerca de la luz del frigorífico tengo mis dudas. Yo siempre la veo encendida cuando abro la puerta.

Es decir. En una realidad Newtoniana todo se sabe donde está y es predecible.
Solamente en lo muy grande y en lo muy pequeño encontramos a Dios. 
        Mirando en el interior  de las cosas, o al firmamento.
El microcosmos y el macrocosmos.
El problema es que estamos muy seguros de que las cosas son como son.
O tal vez sea al revés. Las cosas no pueden ser más que como son, y nosotros no estamos conformes.
Sin embargo todo es como debe ser y siempre lo ha sido. Elegimos aceptar que una realidad se manifieste.
Ahora toca pensar un poco más. ¿Existen las posibilidades?
En laboratorios de todo el mundo ya se puede localizar un mismo objeto que está situado en distintos lugares físicos. Pero no son objetos distintos. Es el mismo, pero está en varios sitios.

Yo no sé de física cuántica, ni de astrofísica.
Pero creo que Dios nos plantea siempre las mismas preguntas. Las repite en nuestra vida, como si fuese muy importante que las aprendamos. 
El razonamiento no es mío, creo que es de Jose Luis Parise, o alguien de youtube. No sé.
Dios nos necesita. Dios está intentando conocerse. Dios nos necesita para resolver los problemas.
Dios no puede conocerse a sí mismo. Dios es potencialidad.
Dios es un campo de probabilidad. No existe hasta que esa probabilidad se hace Real, y se convierte en experiencia.
La existencia es algo que está para ser experimentada. 
“La vida no tiene sentido. La vida es para vivirla”. Alguien lo dijo.

Llamamos Reales o Realeza, a las personas que son escogidas, para ocupar los puestos de honor en las ceremonias.
Parece que la Realidad es algo que trata de preservarse a sí misma. Y siempre lo ha hecho por lazos de sangre.
Hace años se publicó un libro que se titulaba “El gen egoísta”. La vida, la información genética, trata de propagarse. De perpetuarse. La persona más noble es la más capaz. Y a su vez se supone que transmite su superioridad genética a través de lazos de sangre.
En realidad después el poder y la sangre terminan corrompiéndose. Pero la naturaleza humana necesita creer en que hay algo innato y hermoso en algún lugar. Precisamos de símbolos que preserven el orden universal.
Siempre me he preguntado si un día la sociedad cumplirá la mayoría de edad y dejará de ser guiada según un patrón piramidal. Para autogestionarse.
Da miedo. Un poco. Se parece mucho al caos, pero no lo es. Se trata de tener confianza y convicción en que cada uno sabe cuidarse tanto de sí mismo como de solidarizarse con los demás.
La lección que hay que aprender es sencilla. Éste es un buen lugar para vivir.
Einstein preguntaría si el universo es amistoso o no. ¡Pues hombre...!
De lo que he hablado diría, que nuestra realidad es, lo que sea que nos pongamos de acuerdo que sea.
Luego la Luna está ahí siempre. Eso otorga una seria y firme confianza en el oficio de poeta.
Y una cierta desconfianza hacia los electricistas, porque yo lo de que se apague la luz de la nevera cuando se cierra la puerta, nunca lo he visto.

Si queremos mirar en nuestro interior, o mirar al firmamento en una noche estrellada. Encontraremos a Dios.
Decían que los astrónomos podían saber que allí arriba, muy lejos, se podía detectar materia oscura.
No se sabía lo que era. No se sabe. Hay mucha gente que estudia el cosmos y cada día se saben más cosas.
Hay algo allí arriba que tiene una cierta masa. Se puede detectar que existe algo, pero no se sabe qué es.
Yo creo que es una campo unificado de conciencia y posibilidades.
Es la voz de de Dios que nos habla al corazón y nos dice:
“Hazme Real”. “Conócete a ti mismo y conocerás a Dios”.

Creo que los ángeles nos envidian porque es posible que ellos existan, pero que existan y sean reales, no depende de ellos.
La existencia de algo, depende del observador.


Ahora quitaré todo tipo de sentimentalismo al asunto. 
Quede claro que la realidad es lo único que tenemos. 
La probabilidad me tiene que demostrar un matemático o un físico, que existe.
Es que soy un poco cerrado de entendimiento.
Pero aunque sea complicado a veces confiar, en un momento debemos llegar a una determinación.
Vivimos en la Tierra y solamente hay una única probabilidad que tengamos que determinar.
Un solo concepto, simple y directo:

“Éste, es un buen lugar para vivir”.



















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