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ma comare

Jueves 8-12-2016
22:11 Horas.


Semana Santa de Crevillente.
Un lugar para ver a la familia.



Mi tía, la tía que más quiero. La única que tengo, que además es mi madrina de bautismo.

Tiene cáncer de mama.

Yo siempre he oído decir que lo mejor para un tumor de mama, es quedar embarazada.

Parece que la leche materna de una glándula mamaria con tumor, produce una leche con unas propiedades muy nutritivas.

Creo que a mi tía, eso de ponerse por la labor, a parir, otra vez... como que la faena que tiene hecha, pues que no está para repetir.

En cuanto a la enfermedad, las emociones que pueden haber influido en la formación del tumor. 

He estado pensando.

Yo cuando pienso tengo peligro.

El cuerpo humano tiene un lado femenino, y otro masculino.

Algunos autores difieren de otros en cuánto a ésto. 

Hay teorías y explicaciones, más o menos complejas,

más o menos extensas.

Pero conociendo como conozco  a mi tía, 

creo que acierto cuando digo, 

(un autor que conozco lo indica así)

que su lado femenino es la parte derecha de su cuerpo.

La parte masculina de su cuerpo, es la izquierda.

La familia de mi tía no tiene más complicación; 

es sota, caballo y rey.

Es decir, se ve todo. Todo va por parejitas.

Yo a mi tía. La veo, ya desde hace muchos años, que la autenticidad... puede ser un punto a sanar.

Amor, tiene. Yo soy ahijado suyo, es mi tía y la quiero. En su vida hay y ha habido amor.




Pero somos tan fuertes, como el eslabón más débil de la cadena.

Y el eslabón más débil de la cadena de mi tía, ha resultado ser la mama.



Como decía, la mama derecha, está reservada a hija, nieta...



La mama izquierda, va con la parte masculina. Hijo. Punto. Alguien que quiera como a un hijo.



Yo a ma comare, la veo como mucho todos los años, en Semana Santa. 

Y hace cuatro años que no voy a Semana Santa.



Voy a contar un pequeño cuento:


Había una llegua, pariendo en el pesebre.

Se esforzaba, le estaba costando dar a luz a su potrillo.

Por fin, después de tantos esfuerzos, logra sacar a su potrillo adelante.

Muy amorosa, se levanta, y le lame todo el cuerpo con la lengua. Eso da fuerzas al potrillo.

Ese es el impulso que necesita el potrillo para coger fuerzas suficientes, y se pone en pie.

Un potrillo recién nacido, es capaz de caminar desde casi el mismo momento de haber dado a luz la madre.

En los seres humanos, esto se complica un poquito.




Y olvidamos una cosa. Mamá, papá.

Cuando una cría abandona el nido, pensamos en toda la vida que tiene por delante.

¡Qué gusto da ver al potrillo, tan ágil!

Pero pasamos algo por alto, a menudo. La madre también gana en libertad.



La madre que trae a la existencia a una cría, en el momento del destete, gana en autonomía.

La madre tiene que asumir, que a la edad que sea, comare, los hijos se van.

Pero tú, sigues viviendo.



Tú, madre, tía, abuela, mujer. Sigues viviendo cuando tus hijos se destetan.

Está bien que así sea. Da miedo. No digo que no.



Pero eres tú, madre y abuela, la que tiene que ganar en autonomía. Una vez que la familia que has formado empieza a cambiar.

Todo cambia. Y cada uno debe adaptarse a los cambios. Y sí, ganar en libertad.

Los hijos te siguen queriendo. Eso no cambia. Pero sí que hay un cambio.




No digo nada del otro mundo cuando digo, que si llega el momento del destete...

Pues tienes una edad. Va a ser por las duras.

O permites el destete, o te destetan.



Y te destetan.

Que los médicos cortan.



No quiero decirlo, pero te va la vida en ello. Y yo sin mi comare ¿Qué hago?



No sé si te veré en la boda de Cristina, o en la comunión de Carmen.

Pero te veo la próxima Semana Santa de Crevillente.

Y dile al tío Jose, que lleve la palma derecha.

Reina.





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