Ir al contenido principal

pagar el precio


un caballero lo sabe


Es algo muy importante. Vital, crucial. Tanto, que no se puede decir a nadie.

Yo lo contaría de la siguiente forma:

Todo hombre, que sea un señor, lo sabe.


"Hay que morder el lóbulo de la oreja".



Podemos ponernos en la situación en que la joven esposa es primeriza.

Y espera... expectante.

Por mucho que se sepa o las sensaciones que tenga...

El marido se acerca a ella. Tal vez este hombre que ha elegido, será un caballero, un señor. 
¿O un rufián?



Si se es un caballero, esa primera vez el hombre “debe morder el lóbulo de la oreja de su amada”.

Ese dolor, distrae del otro dolor. Y después, se quiere seguir.



Muchos no lo saben.

Hay quien irá con cuidado y entrará suave. No creo que eso sea realista.

Que el blanco y negro, está muy bien. Es una escala de grises. 
Para estar aquí. Aquí. 
Frente a tu esposa, donde se asienta un saber antigüo. 
Está muy bien.




Pero donde hay que morder, hay que morder. Sin miedo.

Cada cosa tiene su precio. Y ese precio se tiene que pagar.

Y cobrar. Que de nada sirve bajarse los pantalones.

Lo que vale, es dar lo que se promete. Saber lo que se hace.




No se trata de tener muchas relaciones, y ser "el mejor".

(Hoy en día hay tanto a nuestro alrededor).

Hay que estar al lado. Prometer, sí. Y cumplir.

Cumplir. 

Tiene que doler un poco. Y darle lo suyo.




En realidad, cuando se paga y se cobra un precio, se le dice a la persona, que "ella vale".

Un poco de dolor está muy bien.




Para que la mujer quede bien. Y sobre todo, que desee volver a mantener una relación.

A veces no se trata de tener cuidado... 

Sino de que cada uno se lleve lo que necesita.



Comentarios