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cosas de tíos



Domingo 21-01-2018
0:09 Horas.

No sé.
A mí me parece bien.
Es decir, todo va de cojones, tal y como va ahora.
Yo no tengo nada que decir.
Pero estoy viendo la película twister, y me he puesto a pensar...
Mi vida no tiene mucho sentido. Aparte de que no sé muy bien cómo llevar adelante mi vida.
A nivel emocional me refiero.
Es la ostia.

Me he pasado el día durmiendo. Eso está bien, porque mientras duermo, pienso.
En realidad me parece una putada.
Y no lo digo por mí, porque a mí me vale.
Es decir, de lujo.
Todo está bien. Porque si lo piensas, no es que no se me ponga dura.
Se trata de que en realidad, soy un tío muy pasivo.
Sí, se trata de eso. Soy pasivo a tope.

Toda la vida, en realidad media vida, pensando que tendría que buscar una medicación...
“Más apropiada”. Es decir, “que no sedase tanto”.
Manda huevos. Nadie se dio cuenta de que la medicación está bien.

Sí, creo que yo he fallado al sistema. Porque mi psiquiatra se pasó años, buscando una medicación que fuese bien para que se me levantara. 
Sí, cuando estás bajo de ánimos, van y te dan una pastilla.

No es que me queje, porque yo vivo sólo y no tengo responsabilidades.
Pero si te paras a pensarlo, esto es algo que va de cojones.

Más o menos se me viene a la mente una imagen, extremadamente gráfica.
Como la de ese tío que no se le empalma...

Sí, esa es una buena historia. Porque el pobre hombre piensa que los médicos curan.
Así que el tío va y dice, mire doctor, que no.
Bueno, ahí tenemos un síntoma.
Que, no.

Bien, llegamos a este punto y reflexionamos. Porque para el hombre es importante recuperar la confianza en sí mismo.
El médico es bueno. Es un médico de cojones.
Así que dice, esto no es problema... de hecho es un problema muy, pequeño.

Tan solo se trata de mantener la situación dentro de unos parámetros un poco más elevados.
Así que coge, el asunto entre las manos, y va y trata el síntoma.

No olvidemos que hay intereses creados. La medicina a día de hoy prefiere fabricar inventos y crear píldoras mágicas.
Después, el tío que necesita una ayuda, lo que hace es hacer cola en la farmacia...
Y no tiene que hacer más que pedir unas pastillas, de esas, azules. Y un lubricante.
Más que nada porque le da mucho por culo que el médico le prescriba una pastilla mientras su mujer se queda pensando que él es poco hombre.

Lo entiendo. Yo nunca he tendido pareja. Soy un tío virgen, que no sabe lo que es un chocho. Salvo decir que no es lo mío, no tengo nada en contra. De hecho me gustan las mujeres. Me encantan.
Simplemente, en el reparto de apetitos, a la hora de relacionarme, lo que tengo es miedo.

Me he pasado toda la vida llena de miedo. Y nadie me ha ayudado, mientras yo ponía buena cara.
A mí siempre me sacaron adelante. Sí.
Al final de lo que se trata es de que te saquen adelante.

Pero para manejarse en la vida ¿De qué sirve que te den una pastilla y te manden a casa?
Sí, en casa duermes. Y estás muy bien sedado. Y descubres que los ataques de ansiedad que no te permitían hacer vida social, tal vez tenían un sentido.

No sé. A mí me dieron tres relajantes musculares diarios para que se me pasaran los ataques de ansiedad. Y funcionó. Se me pasaron. Lo mismo que las ganas de salir a la calle y ver a nadie.
Dejé de salir con los amigos y amigas y también de tener ataques de ansiedad.

Ahora a ese hombre que está falto de confianza, compra unas pastillas que el farmacéutico pone sobre el mostrador. Hoy en día eso es normal. Es decir, si no se levanta, pues te tomas una pastilla.
No es nada complicado, porque cumples con lo que te ha dicho el médico.
Y está bien, de cojones. Porque de lo que se trata es de cumplir.

Se ha logrado un éxito supremo. El hombre sigue sin enterarse de que tenía falta de confianza. Y de que el problema es que su esposa se aburre, porque su marido no le toca el culo todo lo que le gustaría.
No sé, lo entiendo. Somos personas humanas. ¿Cómo hacer para saber si otra persona está insatisfecha?

Sabemos que en nuestra vida falta algo. Hay una carencia.
Y los médicos ayudan. Es su trabajo. Pero alguien está haciendo algo que no cuadra. Porque las mujeres tendrían que aprender a pedir lo que necesitan. Los hombres quieren darles lo que necesitan.
Funciona así. Somos humanos y el hombre quiere a la mujer para que ella se sienta querida.

Bueno, he de decir que yo no. Yo he salido un poco rarito. 
Es decir, con cuarenta y siete años ya me he pasado media vida sedado.
Y a última hora me entero que soy uno de esos hombres al que “le gustan las mujeres”.
“Me gustan las mujeres”, no es ningún delito. Aunque no las puedo tocar. Son hermosas. Lo son.

Ahora viene ese hombre, con las pastillas azules en la mano, a punto de salir de la farmacia.
¿Y el lubricante? ¿Cómo lo quiere?
Sí, uno que sea fuerte. Y que haga que entre sin sentir.

Cada vez que voy al medico, salgo con escozor en el ano. El muy cabrón me hincha a pastillas y del miedo que paso me entra cagalera. Mi mujer ya piensa que soy un inútil. Por lo menos, que cuando vaya al médico, que no se note lo que duele.

No sé.
Es decir. A mí me vale. Yo vivo sólo y está bien.
Acepto que soy un caso raro. Pero enterarme de ciertos pormenores de la vida a mi edad...

¿Los médicos no podrían haberse dedicado a curar?
¿Por qué los médicos no hacen terapia?
A alguno de ellos les sentaría bien. 
Es decir, si pueden sentarse después de una loca noche de amor y pasión.

Pero que se compren sus pastillas azules. Para probar su propia medicina.
No quiero saber sus esposan lo que piensan cuando los ven salir todas las mañanas, bueno. Cada uno irá a su respectivo trabajo. 
Pero los médicos a lo que tendrían que ir es a curar.

A mí me parece bien, a estas alturas no voy a quejarme de que he vivido en la ignorancia de lo que es la vida, hasta hace... bueno. Todavía no sé qué es la vida.
Cierto. Pero hay unos lubricantes muy buenos.

Creo que no los cubre la seguridad social. Cada uno cuida de su propio culo y así debe ser.

Nada, voy a seguir viendo la película twister. ¿Qué se puede hacer un sábado por la noche?
Joder, pues ver una película.

         En lo que a mí respecta los médicos y médicas que me han atendido siempre, lo hacen muy bien.

         Tal vez todos necesitamos aprender a pedir lo que necesitamos.

            Me he quedado a medias con la película... 






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