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poema del Tao Te King


LXXIV

Si la gente no teme a la muerte,
amenazarles con ella, ¿surtiría efecto?
Pero si la mantengo
en un constante temor a la muerte,
y uno de ellos se ocupa en cosas extrañas,
¿debo entonces apresarlo y matarlo?
¿Quién osaría hacer esto?
Siempre hay un poder que mata.
Si matara yo en lugar de ese poder,
sería como si quisiera sustituir al leñador
en el manejo del hacha.
El que pretende manejar el hacha
en lugar del leñador,
raramente acaba el trabajo
sin cortarse la mano.







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