el hombre que pudo reinar

Sábado 5-11-2016

15:49 Horas.

(...)

Si tuviera que hacerme a la idea, pensaría:

Un hombre solamente puede disponer de todo aquello que puede abarcar con las manos.

Una persona, se dio el caso que solamente pudo, con su única mano, coger una sola copa de oro. Pero ¡qué alivio! ¡Con esa copa podía beber muy bien del arroyo! Agua corriente, en copa de oro.

Una sola copa, tampoco le quitaba el sueño. La guardaba junto a sí. No temía perder una gran fortuna. Pero se sabía capaz de beber como un gran Rey. Y el aire de la montaña le daba vigor, allá arriba, en su tierra. Con el sol que calienta la hierba.

No es necesario mucho más, a menos que haya algo bajo el tapiz de eternidad, que todavía tenga que descubrir.

A decir verdad, siento “ansiedad”. Mi trabajo, mi esposa, mis amigos. Tal vez tengan que esperar. Siento que he de contemplar crecer la hierba. Al ritmo que crece la hierba, allá en la pradera. Para poder hacerme a la idea y poder funcionar.

Tampoco es que tenga ningún sitio al que ir.

(...)

- Extraído del libro “El hombre que pudo reinar”. Je, je, y no lo hizo.

Sonreir.

Pensar.

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Que este oso panda, os responderá,

después de cenar verdurita.